martes, 13 de julio de 2010

Voy a escojer mejor mis compañias o La noche que Leonidas y sus 300 envidiarian.

No vuelvo a pistiar con putitos que no sepan (o les valga madre) el codigo de lealtad callejero.

Si por que entre la banda hay leyes no escritas que se aprenden y se llevan de por vida, una de ellas es no dejar abandonado nunca a un compañero de borrachera a merced de los peligros de la nochie, ese grito que hacen los soldados gabachos en las peliculas belicas: "We leave no man behind" (quien haya visto La Caida del Halcon Negro sabe de que hablo) no es nada comparado a lo que yo aprendi siendo correteado a media noche por pinche mil guarimanos en el Olivar del Conde, no se trato solo de huir, cada que las morras de la banda se retrasaban en la huida o cada que el Fac se cansaba, (pues esa ves aun estaba convaleciente a causa de una mega putiza anterior) pos los demas teniamos que detener la retirada con el fin de que el Fac y el viejerio se adelantaran lo mas posible, nosotros cubriamos su escapada resistiendo el embate de los hostiles a fuerza de devolver las pinches rocotas que aquellos nos lanzaban, para fortuna nuestra un porcentaje de nuestra flota venian hasta la madre de Rohypnol y sus impulsos guerreros eran destacados, si bien su punteria era erratica compesaban esto siendo incansables en el apedreo, la parte borracha, la fraccion mariguana y la artilleria chema asi como los pocos que no gustaban de ponerse pendejos con nada (si acaso dos de treinta weyes) tampoco se arredarron ante la lluvia de piedras y botellas, no eran faciles esas batallas, se tenia que hacer gala de agilidad para esquivar los pedradones al mismo tiempo que se recogian piedras pa devolverlas con encono, sin embargo esa noche a pesar de nuestra gallarda defensa era complicada la situacion por que notabamos como cada vez aparecian mas combatientes de parte de aquellos putos, ademas de la superioridad numerica que esos caborones tenian, estaba la ventaja geografica, si por que nosotros veniamos huyendo por la avenida Santa Lucia que es una pendiente, ibamos corriendo de bajada, por lo tanto al deternos para contenerlos a rocazos, ellos quedaban arriba, la gravedad pues, les ayudaba, cuando veiamos que sus lineas estaban ya muy cerca, o si nos percatabamos que estaban cerca de rodearnos por las calles laterales a correr de nuevo bajo la lluvia de piedras, lo pior era que cada que se reiniciaba la huida era con un nuevo herido, si ya eran dos o tres los descalabiertos en nuestras filas.

Quien sabe cuantas calorias se quemen cuando uno corre a maxima velocidad y se detiene para lanzar piedras de manera intensa, luego otra vez a correr como ratero y de nuevo parate a lanzar piedras, ademas las piedras lanzadas tienen que ser de regular tamaño, la idea es que si no tumbas a un wey de un pedradon por lo menos le saques un pinche susto al sentir el madrazote cerca y no sienta muchas ganas de acercarse, bueno el caso que de verdad nunca me habia sentido tan cansado, neta, esa vez ya estaba desesperado, pensaba que no la iba a librar, ya no tenia fuerza ni para lanzar mas rocas, sentia que ya no podia correr, no era la primera ves que me correteaban, pero si la primera ves que la persecucion se prolongaba tanto, esos weyes deveras tenian ganas de darnos una putiza, hasta intentaron planchar a alguno de nosotros aventandonos un carro un par de veces, nomas veiamos como venia la nave Ruuuuuum hecha la chingada, ¿acaso pensaban que nos ibamos a quedar ahi paraditos esperando que nos hicieran chuza? dejaron de intentarlo al ver que esa tactica aparte de pendeja era infructuosa, ya que nosotros al ver venir la nave nos abriamos y al pasar la desmadrabamos a rocazos, pero no cejaban en sus esfuerzos de darnos en la madre, para acabarla de chingar no podiamos agarrar carro para huir ya que los pocos taxis que pasaban por ahi al ver el desmadre se desviaban, en esos dias no habia celulares y no podiamos pedir una extraccion de los heridos o refuerzos y pararse en una esquina a hablar por fon no era viable por obvias razones.

Las viejas se pusieron las pilas y se desviaron de la ruta llevando consigo al Fac y a un par de compas tintos en mole, unas pudieron agarrar taxi y otras consigueron que en una casa les dieran posada, los demas llegamos a una casa en construccion que nos sirvio de trinchera y nos abastecio de parque, la defensa fue heroica, Leonidas y sus 300 espartanos eran pendejos a nuestro lado, algunos subiron al segundo nivel y actuaron con la eficacia de un francotirador cavernicola, zuuum zuuum pinchis pedradones, pese a que esos weyes eran mas nunca tuvieron los huevos suficientes para acercarse a nosotros, los teniamos a raya a fuerza de pedradas y mentadas de madre, sin embargo no ibamos a poder estar ahi mucho rato y en determinado momento al saber que las morras y los heridos ya estaban a salvo, decidimos que era el momento de poner los pies en polvorosa, al grito de UNA, DOS, TREEEEES, lanzamos la ultima descarga de rocas que ensombrecieron el cielo (aaaayyyyyy weeyyyyy) y entonces si a correr como valientes, dos que tres apañaron varillas o tubos para una ultima defensa en caso de ser alcanzados, sacamos las ultimas fuerzas para correr como desesperados, ya no nos detuvimos para nada, nomas oiamos detras de nosotros las amenazas y como caian las pinches piedras, por cuestiones de logistica ahi si ya nos desbandamos corriendo para todos lados, yo y varios canijos mas corrimos hacia el rio, para cruzar por el deportivo hacia Plateros y de ahi a nuestra zona, poco a poco fueron llegando todos los demas, esa noche por lo menos la habiamos librado.

¿Por que escribi esto?

¿Por que ya no escribi el motivo por el cual decidi que ya no volvere a pistiar con putitos?

¿Por que los considero putitos?

¿Por que recorde precisamente esa noche habiendo por lo menos otras tres anecdotas similares?

¿Por que la mama del pequeño ya no me quiere?

Sepa la chingada y volviendo a la corretiza de esa ocasion, tampoco recuerdo porque empezaron los guamazos, el pedo es que asi como esa noche, en muchas otras ocasiones vi que entre la flota aun con las rencillas internas que a veces hubo, siempre se era solidario y nunca se dejaba a nadie solo, asi fuera en una simple borrachera, no era obligatorio tomar al ritmo de los otros, tampoco era forzozo amanecer con ellos y seguir la peda hasta medio dia, pero siempre fue mal visto que si estabas con un compa que ya estuviera en estado semicomatoso, te fueras y lo dejaras a su suerte y mas aun si no estabas en territorio propio, habia que aguantar, habia que estar con el hasta dejarlo en un lugar seguro o con otros de la banda, yo lo hice varias veces y aun ahora a mis años lo haria, por eso ya no salgo con compas a lugares que no conozco, se que me sentiria obligado a retirarme solo y solo si, con quien voy esta en un lugar seguro y/o con mas compas que le tengan ley y brinquen por el en caso de ser necesario, se que si con quien voy se pone hasta la madre y solo quedo yo con el, bajo ninguna circunstancia lo abandonaria, en fin algo paso y acepte salir con los de la oficina a pistiar, bueno ademas no me podia negar, pero lo que paso al final de la parranda me ofendio, no soporte lo que paso con esos hijos de puta, arrrrghhh que ojetes, pero como me desvie del tema y en ves de contar lo que paso con estos hijos de puta conte la celebre batalla del Olivar del Conde, dejare hasta aqui el post, prometo pronto contar la causa de mi coraje.

Y solo para pasar el sabor amargo de mi rabieta, vamonos escuchando a los Strokes, puchenle al play para escuchar la rola.



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